Todos los días es lo mismo,
lo cotidiano es la verdad y mi maleficio
entre la duda y el abismo termino absorbiendo ,
el delirio de la falsa irregularidad de mis adentros
Mientras el mundo se arrepiente
una nueva década se enciende,
quemando los restos sacrificados,
de aquellos que envueltos en la locura y miseria
gritábamos a los astros y estrellas;
impregnando a la madrugada de conductas heréticas.
Aunque sin motivo aparente,
del extremo norte de mi mente
resurgen las cenizas de los recuerdos,
de aquellas tardes solitarias
hundidas en inciensos y cementerios;
donde unido con la danza y su nostalgia
alababa a la oscuridad sabia,
que profundamente dormida habitaba
en mi corazón de fantasías irrealizadas.
Y es que sentado en el delirio,
me apaciguo al señalar de nuevo
una nueva ruta y un nuevo imperio
donde el poder de los astros
converja en tus palmas y en mis brazos.
Donde pueda seducir a los problemas
volverlos polvo y decirle "hola" a la vida eterna,
porque este sentimiento de caridad a medias,
sinceramente cada día que pasa, más me enferma
Dado que entre torres y escaleras
puedo vislumbrar miles de fronteras,
el cielo o el infierno, son opciones que analizaré de nuevo
porque la vida se ha vuelto un completo desaire
desde aquella noche triste, en la que partiste con el aire.