Remake Ámbar y otras cosas!
23:46 | Author: Pabs
No he podido en estos días agregar nada más sobre la historia de Ámbar, ni alguna cosa nueva en mi blog.
Estoy trabajando lenta y fuertemente en el "remake" de lo que hasta ahora viene siendo Ámbar.
La pregunta es ¿por qué?, la razón es muy sencilla, dado la aceptación que esta historia ha tenido, decidí tomarme más en serio (más "profesionalmente") esta creación.
Con el fin de poder empezar a hacer una historia formal que se basa en Ámbar y bastante de lo que han podido leer.
Además como proyecto próximo desde hace ya bastante años en mi mente se viene formando una historia, ésta vez con un personaje masculino como principal que se llama "Ellian", todavía no está escrita pero espero después del "remake" de Ámbar poder empezar a darle vida a esta nueva historia.
Muchas gracias por su apoyo hasta el momento.
Atte:
Pabs
Ámbar ( III Parte)
21:23 | Author: Pabs
Volvió a su lugar preferido de la mansión y volvió a recordar lo ocurrido, no podía olvidar su satisfacción y la sensación que le produjo verlo ahí cara a cara y saber que estaba a punto de ganar lo que siempre había deseado.
Intentó ver la escena desde afuera, como si su alma se hubiera dividido en ese preciso momento en dos y pudiera ver su propia cara endemoniada mientras desnuda y bañada en sangre decía: "Me llamo Ámbar".
Podía sentir esa adrenalina, esa emoción y esa satisfacción infernales. Esas sensaciones que sólo una gran acción puede generar.
De repente se oyó un fuerte ruido en el patio donde lo había enterrado, era un ruido pesado, como si alguien tratará de caminar sin hacer mucho ruido, pero a la vez como si quisiera ser escuchado.
El escalofrío que Ámbar sintió al escuchar esos pasos fue lo peor que pudo sentir. Se quedó petrificada y no por el miedo que además sentía. Si no porque el lugar había cambiado su temperatura, se estaba poniendo más y más frio, como si una nevada de las que Ámbar solía huir, estuviera estrechándole la mano.
A pesar de eso, sabía lo que tenía que hacer. Sacó de su cuello un rosario, pero no uno normal al que usaban los monjes de la abadía que estaba bajando la colina de la mansión. Ese rosario era diferente, empezando por su color, era negro, un negro tan brillante y oscuro como la noche misma; además el crucifijo era distinto, semejaba una cruz, a excepción que su extremo inferior estaba cortado, lo que le daba una apariencia de "T" y estaba empedrado en esmeraldas, topacios, rubíes, zafiros y pequeñas incrustaciones de algunas otras piedras preciosas que le daban destellos de color muy sutiles.
Se lo poso sobre sus ojos y repitió unas palabras que sólo la gran ventisca que entro en ese momento pudo escuchar. Y Ámbar despertó sus ojos por segunda vez en dos días.
En ese momento sus ojos se tornaron de color rojo intenso, la misma tonalidad del rubí de su crucifijo.
Se lo coloco de nuevo en su cuello, para que volviera a colgar donde siempre estaba, entre sus senos. Y pudo moverse.
Salió lo más calladamente posible, y justo afuera de la profanada tumba lo vio. El hombre que recién había matado la noche anterior, y por el cual había llorado como nunca, desnudo en el suelo con sus brazos desgarrados, su boca abierta casi de manera inhumana, una expresión de miedo descomunal, sus piernas con grandes y profundos cortes que no dejaban ocultar los músculos que sobresalían al aire libre por encima de la piel.
Ámbar lo entendió todo en ese instante. Le habían quitado lo que ella había estado tratando de preservar. La habían derrotado su plan fracaso, la muerte de su amado resulto inútil. La habían humillado, y destrozado internamente.
Ella sabía lo que pasaba a la perfección, y la ira se apoderó de ella a tal grado que de su cuerpo empezó a emanar un aura de fuego, que producía un calor tan intenso que podía ser capaz de calcinar a un ser humano en cuestión de segundos.
No pudo más y grito- "Maldición, juro por mi sangre que voy a vengarme". Aunque sabía que ya nada podía hacer.
El alma de su amado había sido desgarrada...
Desapareciste al perderte
22:52 | Author: Pabs
¿Ahora quién será al que busques?
¿A quién miraras con ilusión?
Si antes fuimos uno,
Y hoy de nosotros ya no queda ninguno.

¿Quién hará que reencarnes esos sentimientos?
Si la brisa del océano flota desde la antigüedad,
Trasladando consigo las esperanzas,
De una nueva realidad.

Hoy, en el presente
Estamos en mundos distintos,
Tratando de evitar posibles viajes,
Que sólo inviten a navegar a nuevos desaires.

Con sabor a sal me despido,
De aquella luna del mar,
De la que ahora,
Esta historia es sólo un dato más que anexar.

Cuando he descubierto la verdad del cielo,
Me doy cuenta que no te tengo
Rezando a esa luz cegadora,
A la cual invoco tu regreso.

Así como una centella que rápidamente desaparece,
Así se esfuma la visión difusa de este vidente,
Que se pierde de repente,
Como desapareciste al perderte.
Místico Paisaje
22:28 | Author: Pabs
El círculo infinito se extiende,
Encerrándote dentro de él
Viendo como intentas huir de la noche,
Que cae como una lluvia de reproche.

La luna ha salido esta noche,
Para dibujar tu silueta en el horizonte
Allá donde los árboles se mueven como brazos,
Allá donde se encuentran tus labios.

La luz ha sido absorbida,
Por la implacable decisión de la noche
De dejar sin claridad las estancias que recorre,
Mientras las nubes lloran por verte tan lejos de mí,
En esta abadía de estrellas.

Ahora espero tu abrazo en este lago silencioso,
En el cual mis pensamientos van flotando
Como las aves de los cielos,
Y como los peces en los riachuelos.

Lo que siento es que te acercas,
Cuando deseo que te acerques,
Pero te alejas,
Cuando estoy llorando por que tú presencia permanezca.

Lo cierto es que la luna y las nubes han visto
La intensa agonía del cerezo
Que lucha día con día por renovarse de nuevo,
Que lucha amanecer tras amanecer,
Para no dejarse morir en los brazos de Morfeo.

En este lago te sigo esperando,
Viendo el reflejo de tus manos,
Oyendo el rumor del viento entre los árboles,
Y sintiendo que son tus susurros en mis oídos,
Lo que oigo mientras camino.

La oscuridad avanza rápidamente,
Como avanza el tiempo,
Como avanza el viento
Y como me gustaría que avanzaran tus caricias por mi pecho.

Por que de lo profundo de mi alma,
Salen a trote todos los recuerdos de aquellas noches,
Donde yo en éxtasis he deseado que me toques,
Ahí donde yo he deseado que me provoques.

No es inteligencia, ni mística de antaño
Es sólo cuestión de química,
La razón por la que quiero que estemos en este lago,
Tumbados sobre el húmedo suelo,
Bajo uno de esos siniestros árboles ermitaños.

Más que eso, es el deseo,
Lo que me hace viajar en cada sueño a este paisaje,
En el cual te veo,
Pero en el que a pesar de eso huyes de mis silencios
Como huye la oscuridad ante los interrumpidos destellos.
Ámbar (II Parte)
21:42 | Author: Pabs
Se vistió lentamente, sin importarle que la sangre estuviera impregnada en su piel. Recogió las sábanas manchadas, y se dirigió hasta donde estaba el cuerpo de su "amante". Lo tomó entre sus brazos y Ámbar empezó a llorar desconsoladamente.
No era la primera vez que lloraba, ni tampoco era la primera vez que mataba a alguien.
Pero esta vez era diferente, ese hombre que yacía en el piso siempre había sido su amor, el hombre que siempre deseo desde lo más profundo de su corazón.
Estuvo así un cuarto de hora entre sollozos y suspiros. Luego se levantó sostuvo el cuerpo de su amante junto al suyo y lo llevó al patio de la mansión donde vivía.
Ahí entre una fosa previamente cavada envolvió al hombre inerte con las sábanas llenas de sangre y algunos otros líquidos resultados de la pasión de la noche anterior.
Lo deposito suavemente y lo cubrió poco a poco sin querer dejar de ver lo poco de su rostro que se podía apreciar entre las sábanas. Una pala de tierra, la segunda, la tercera y así hasta que su amor quedó enterrado.
Ámbar se devolvió cabizbaja al interior de la mansión, sintiendo su alma desgarrada, y su vida sin sentido alguno.
Su único consuelo era el tener dentro suyo toda la sangre de aquel que yacía bajo la tierra. De aquel al que por fin pudo seducir hacia sus brazos. Aquel que amó, que mató, y lloró. Toda esa sangre dentro de su cuerpo excepto la poca que quedó embarrada en las sábanas.
Todos esos sentimientos y emociones quedaron muy profundo, y escondidos así como el nombre de ese hombre, que sólo ella conocía por esos alrededores.
Resignada a la pérdida se sentó entre la maleza que se abría paso entre la fría baldosa ya degradada del suelo de su estancia favorita de la mansión. Ya ella sabía que eso iba a suceder, por eso lo hizo. Era ella o él. Y entre los dos escogió que fuera él. Al menos había una remota posibilidad de que sus esperanzas no murieran del todo.
Se puso en pie y subió al piso de arriba, paso retratos de figuras tristes, habitaciones vacías, escaleras podridas por la edad, camino por el pasillo hasta entrar a una pequeña habitación situada al final de dicho pasillo a mano derecha.
Una vez dentro observó la pequeña escalera de plata que relucía y que sin duda alguna no encajaba en el ambiente lúgubre de la mansión.
Asió la escalera y subió por ella con cuidado y lentamente, una vez arriba encendió una vela, esa vela que siempre estaba ahí y que sin explicación alguna nunca se gastaba sin importar el pasar del tiempo.
La tenue luz de la flama ilumino el pequeño lugar, donde Ámbar una vez más notaba con desencanto todos los tesoros de esa habitación de plata.
Se veían rosarios de piedras preciosas, escudos de algún material tan precioso como la luz de luna, y tan fuerte como el diamante, había artefactos traslúcidos de los que no se podrían decir su funcionalidad. Pero Ámbar se dirigió hacía un pequeño cofre de color azul, hecho de zafiro reluciente a la luz amarilla, lo abrió y extrajo un trozo de papel negro.
Ahí empezó a leerlo lentamente, se lo hecho a la bolsa, sabiendo que pronto lo debería regresar y apagó la luz...