Ámbar ( III Parte)
21:23 | Author: Pabs
Volvió a su lugar preferido de la mansión y volvió a recordar lo ocurrido, no podía olvidar su satisfacción y la sensación que le produjo verlo ahí cara a cara y saber que estaba a punto de ganar lo que siempre había deseado.
Intentó ver la escena desde afuera, como si su alma se hubiera dividido en ese preciso momento en dos y pudiera ver su propia cara endemoniada mientras desnuda y bañada en sangre decía: "Me llamo Ámbar".
Podía sentir esa adrenalina, esa emoción y esa satisfacción infernales. Esas sensaciones que sólo una gran acción puede generar.
De repente se oyó un fuerte ruido en el patio donde lo había enterrado, era un ruido pesado, como si alguien tratará de caminar sin hacer mucho ruido, pero a la vez como si quisiera ser escuchado.
El escalofrío que Ámbar sintió al escuchar esos pasos fue lo peor que pudo sentir. Se quedó petrificada y no por el miedo que además sentía. Si no porque el lugar había cambiado su temperatura, se estaba poniendo más y más frio, como si una nevada de las que Ámbar solía huir, estuviera estrechándole la mano.
A pesar de eso, sabía lo que tenía que hacer. Sacó de su cuello un rosario, pero no uno normal al que usaban los monjes de la abadía que estaba bajando la colina de la mansión. Ese rosario era diferente, empezando por su color, era negro, un negro tan brillante y oscuro como la noche misma; además el crucifijo era distinto, semejaba una cruz, a excepción que su extremo inferior estaba cortado, lo que le daba una apariencia de "T" y estaba empedrado en esmeraldas, topacios, rubíes, zafiros y pequeñas incrustaciones de algunas otras piedras preciosas que le daban destellos de color muy sutiles.
Se lo poso sobre sus ojos y repitió unas palabras que sólo la gran ventisca que entro en ese momento pudo escuchar. Y Ámbar despertó sus ojos por segunda vez en dos días.
En ese momento sus ojos se tornaron de color rojo intenso, la misma tonalidad del rubí de su crucifijo.
Se lo coloco de nuevo en su cuello, para que volviera a colgar donde siempre estaba, entre sus senos. Y pudo moverse.
Salió lo más calladamente posible, y justo afuera de la profanada tumba lo vio. El hombre que recién había matado la noche anterior, y por el cual había llorado como nunca, desnudo en el suelo con sus brazos desgarrados, su boca abierta casi de manera inhumana, una expresión de miedo descomunal, sus piernas con grandes y profundos cortes que no dejaban ocultar los músculos que sobresalían al aire libre por encima de la piel.
Ámbar lo entendió todo en ese instante. Le habían quitado lo que ella había estado tratando de preservar. La habían derrotado su plan fracaso, la muerte de su amado resulto inútil. La habían humillado, y destrozado internamente.
Ella sabía lo que pasaba a la perfección, y la ira se apoderó de ella a tal grado que de su cuerpo empezó a emanar un aura de fuego, que producía un calor tan intenso que podía ser capaz de calcinar a un ser humano en cuestión de segundos.
No pudo más y grito- "Maldición, juro por mi sangre que voy a vengarme". Aunque sabía que ya nada podía hacer.
El alma de su amado había sido desgarrada...
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1 comentarios:

On 8 de julio de 2008, 20:40 , Unknown dijo...

Ya se esta poniendo mas interesante, mas con el asunto d la "doble" personalidad de ambar, o mas bien de quien la esta manipulando para hacer esas cosas. Perder a su amado por la interacción d algun ser... o puede ser su misma persona hehe hay q ver q sucede, pero ya se esta empezando a ver un poco del misterio =D