En este balcón me pongo a pensar
en la tristeza profunda que da la soledad
queriendo darte la mano ante tu necesidad
pero recibiendo de a pocos, un triste final.
Hoy enciendo veinte velas de cristal
que no ayudan a las runas a indicarme la salida,
sólo quiero dibujar en mi cuerpo tu filosofía
y decirte que esos trazos son los presagios de mi vida.
No es fácil tragar lo que mi boca retiene
que de este ritual de torpezas, me liberes,
mientras las nubes oscuras tapan el cielo
se retuercen los consejos de mi ego,
no he logrado sentirte mas allá de mis sueños
soñando y volando, soñando despierto.
No quiero tu cuerpo,
¿qué más da lo que diga?
si al final sólo tu sonrisa,
ilumina mi salida.
En este mundo he descubierto
que el corazón y la razón son enemigos eternos
batallan en guerras llenas de herejía
caminando sobre minas de rebeldía.
La magia lunar no surte efecto sobre la cruz de este errante
sólo el eco responde al tatuaje de dos rosarios amantes
no es disimular, es dejar de hacerlo
es parar de sonreír cuando el alma no tiene dueño.
Hoy esta alma hundida,
y esta boca cocida
se encuentran a oscuras en un rincón sin salida
sin exhalar la voz,
y con sentimientos mutantes,
se oye el rugir de este Deva gigante.
Los cristales se quiebran,
y el dolor me complace
no estando tan lejos en este instante,
pero en esta locura sin fin ni cordura,
me preparo a perder en este juego de Asuras.
No acostumbro a hacer ninguna travesura,
menos sin encontrar una salida a las dudas,
no acostumbro a olvidar la melancolía en su tumba
sin antes regocijarme en su sabiduría nocturna.
Me acusan de no ser directo, ni practicante,
de desviarme por el sendero de las artes
hoy te digo que entre estas letras borrosas
están retorcidos los acordes de mi oda.
No pretendo ser directo,
ni liberar mi boca,
solo quiero hacer explotar todas las cosas,
refugiarme en memorias y sueños distantes
olvidarme del tiempo y esta vida pecadora.
Me despido no sin antes mirarte,
suspirar a tu espalda como cualquier cobarde
pensar en pasados y futuros es poca cosa,
si con estas palabras no culmino la historia.
Aclaratoria:
Devas: en el hinduismo son las deidades benévolas.
Asuras: en el hinduismo son las deidades sedientas de poder, demoníacas y pecadoras.
Según el hinduismo Devas y Asuras están en una constante guerra cósmica. Se podría decir que son el equivalente a los ángeles y demonios de las religiones Cristianas.
3 comentarios:
Una vez más decidí leerlo y una vez más entendí el porqué me gusta tanto!! jeje!! Gracias por escribirlo.. =0)
Con mucho gusto... gracias a vos por tomarte el tiempo de leerlo. Por pura curiosidad sos nuev@ visitando mi blog?
Jaja, pensé que sabrías quién era.. Pero bueno, soy Julito!! =0P